Rock bufón fue la mejor definición que encontró la francisca en los primeros 90 para definir de alguna manera su estilo.
Es que como grupo de música tal vez no éramos de lo mejor, decir que tocábamos rock bufón era como una forma de decir que nada de lo que hacíamos iba demasiado en serio y que todo tenía dos lecturas, una seria, para quien le sirviera, y otra no tanto. Bufón es el sistema mirándose en su propio espejo exagerado, caricaturizado y riéndose de sí mismo.
Bufón es el nombre de unos personajes de la edad medía que entretenían a reyes y nobles con su aspecto grotesco, sus piruetas, y sus ocurrencias.
Bufón es irreverente, feo, atrevido, jocoso, en cierta manera, irrespetuoso, provocativo, repulsivo, incisivo, más apreciados serían en la medida en que más sabían meter el dedo en la llaga de los poderosos, burlarse de ellos en sus propias narices, hacerles reir de sus propios defectos porque con los propios tenían de sobra para hablar con autoridad del tema.
Las murgas de hoy son tal vez como los bufones del ayer, algunas bandas de rock tal vez. algunos humoristas, algunos jugadores de fútbol.
aparte.
Cuando supimos de la muerte de Ossie estuvimos muchas horas o días digiriendo la pastilla, con una sensación muy fea en el estómago y una mezcla de bronca, impotencia, pesar y fastidio, algunos más cercanos y otros no tanto, todos nos sentimos parecido.
Aparentemente él había dado muchas señales de que la cosa iba a terminar de esa manera, existen algunos desequilibrios mentales, emocionales, que parecen no tener cura y atacan cíclicamente una y otra vez.
El mundo del arte está lleno de estas víctimas, los laberintos de la creación y el desajuste con el sistema en que vivimos llevan a un punto de tensión difícil de soportar y son, paradójicamente, el origen de grandes obras de arte.
Aunque la locura no garantiza nada ni el valor artístico está basado solo en el martirio y en el dolor humanos.
Yo me quedo con la imagen del Ossie alegre y sociable, un poco delirante, hombre de la noche, ésa que también te va destruyendo.
Conozco a Bufón casi desde que empezó, durante mucho tiempo les perdí la pista y desde que compartimos el baterista volví a verlos y a escuchar su música y debo rconocer que me sorprendió positivamente ya que antes no me gustaba demasiado.
Habían encontrado un camino interesante y distinto, más tirado al funk criollo, pero con buenas melodías, sin ser punk sus letras se volvían por momentos juegos de palabras con mucha ironía y con bastante filo para descifrar vicios humanos, bufonescas.
La banda sonaba, suena, impecable, casi desde el primer día, una mezcla de rock, metal, funk, y algo de punk, hasta progresivo por momentos.
Ser bufón tiene sus riesgos, estar cara a cara con la miseria humana más grotesca cada día sin desfallecer y encima convertirla en chiste no debe ser nada fácil, y todo por una maldita migaja de la mesa de los ricos.
La locura es un componente del arte, entendida como lo poco común, lo extraño, lo desajustado, lo que sale de la norma.
Buscar el camino propio es un riesgo y un desafío y buscar respuestas a las cuestiones de la vida es otro trabajito arduo.
Hay quien vive cómodamente sin arriesgarse a nada, no obtiene nada más que lo previsto y hay quien se arriesga a ir un poco más allá, porque su espíritu se lo reclama, y en ese camino a oscuras a veces se da de cara contra una pared, o cae a un pozo ciego.
Aguante el Ossie, que su última enseñanza sea la de que la vida es un maldito regalo y a nadie tenemos que reclamarle por ella.
Salud a todos
Juan y compañía.